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Actualizado en 2025: en un contexto marcado por la digitalización financiera y nuevas formas de consumo, entender las diferencias entre tarjetas es clave para una mejor planificación financiera.
En este artículo te contaré cuáles son los tipos de tarjetas de crédito que existen y te compartiré las ventajas competitivas de algunas opciones muy conocidas.
Antes este tipo de instrumentos financieros estaba principalmente dirigido a usuarios con un alto poder adquisitivo, pero hoy en día están al alcance de cualquier tipo de cliente. Incluso hay tarjetas de crédito gratis, donde no hay que invertir nada en su emisión.
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Por otro lado, los bancos también han adaptado sus servicios a la modernidad, algo que se demuestra con las tarjetas de crédito online. Atrás han quedado los días en los que para poder hacer este tipo de trámites era necesario esperar en filas largas para ser atendido.
Funcionamiento de las tarjetas de crédito en comparación con las tarjetas de débito
Aunque lo más común es tener una tarjeta de débito, algunas personas se sienten atraídas por lo que tiene para ofrecer la tarjeta de crédito. Cabe destacar que se trata de dos instrumentos financieros diferentes; a continuación te mostraremos las diferencias.
Forma de pago
Algo que diferencia a la tarjeta de débito de la tarjeta de crédito es la manera en la que se paga por el servicio. Por ejemplo, la tarjeta de débito carga el pago a la cuenta corriente del titular y el límite es proporcional a consumir los fondos de la cuenta.
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De esta forma, si un cliente desea pagar 500 euros con su tarjeta de débito, pero en su cuenta corriente solo tiene 450 euros, el pago no podrá ser tramitado.
Acá es donde destaca la tarjeta de crédito, ya que permite pagar incluso si no se dispone de fondos en la cuenta. Y la deuda puede ser pagada accediendo a aplazamientos que incluso pueden llegar a los 3 meses. Esto otorga mayor flexibilidad, pero también implica una buena gestión del crédito y responsabilidad financiera.
Retiro de dinero en efectivo
Es otra diferencia entre las tarjetas de crédito y las tarjetas de débito, ya que estas últimas no suelen imponer comisiones por este tipo de retiros.
Sin embargo, las tarjetas de crédito sí están sujetas a comisiones por el retiro de dinero en efectivo, incluso asumiendo intereses del 5% o más. En este punto, es importante valorar el coste real del dinero, especialmente si se busca optimizar el ahorro.
Beneficios y limitaciones de las tarjetas de crédito y débito
Tanto la tarjeta de débito como los diferentes tipos de tarjetas de crédito tienen algunos beneficios para ofrecer, pero no están exentos de consideraciones. A continuación, te compartiremos algunos puntos clave al respecto.
- Seguros incluidos: Las tarjetas de crédito suelen incluir unos seguros que no requieren de un pago adicional, sino que se añaden a los beneficios adquiridos al tramitar la tarjeta.
- Cargos por comisiones: El mantenimiento de la tarjeta de débito suele ser menor, porque no concede fondos ajenos a lo dispuesto en la cuenta. Esto no ocurre con las tarjetas de crédito, que suelen imponer tasas de interés.
- Límites impuestos: Las tarjetas de crédito conceden un límite del crédito concedido en forma de “préstamo”, mientras que el uso de la tarjeta de débito depende del saldo activo, lo cual hace más fácil cuidar las finanzas y llevar un control.
- Acceso a descuentos: Es un beneficio que se puede conseguir en ambas opciones, las tarjetas de crédito son más activas con las opciones para tener descuentos, y también hay algunas que permiten la devolución de un porcentaje de lo gastado (cashback), lo cual es una forma inteligente de maximizar el ahorro.
Principales tipos de tarjetas de crédito disponibles en el mercado
Ahora que conoces cuáles son las diferencias entre tarjetas de crédito y tarjetas de débito, es importante entender cuáles son las modalidades disponibles para acceder a una tarjeta de crédito.
Si bien las tarjetas se pueden dividir según la institución financiera que las emita, por ejemplo las tarjetas de crédito American Express o las tarjetas de crédito BBVA, también se diferencian según el segmento, como veremos a continuación.
Tarjetas de crédito gratuitas
Son tarjetas de crédito a las cuales es posible acceder sin tener que pagar una comisión por su asignación; por lo general tampoco hay que pagar la renovación.
No están exentas de pagos, ya que suelen estar sujetas a tasas de interés, por ejemplo, en lo que respecta al aplazamiento de pagos.
Una de las opciones más competitivas de este segmento es la tarjeta Imagin Crédito, la cual no solo es gratuita, sino que está libre de comisión por retiros en efectivo en la zona EU.
También destaca la tarjeta de crédito Aqua BBVA, la cual ha sido diseñada para mejorar la seguridad y la comodidad de uso. Este tipo de producto encaja muy bien en perfiles jóvenes que buscan control y libertad sin costes ocultos.
Tarjetas de crédito online
Antes, para poder solicitar una tarjeta de crédito, era necesario dirigirse al banco y llevar una carpeta con requisitos. ¡Esto ha cambiado!
Pues ahora es posible gestionar una tarjeta de crédito online, algo que se puede realizar en cualquier lugar y en cualquier momento. Es una buena opción para tener respaldo al realizar compras en línea principalmente.
Entre las opciones más destacadas en 2025 se encuentran:
- Tarjeta Open Credit de Openbank: permite realizar compras en cualquier divisa sin comisiones y ofrece la posibilidad de pagar a tu ritmo, adaptándose a tus necesidades financieras.
- Tarjeta Virtual Credit de Openbank: una tarjeta 100% digital, sin comisiones, ideal para compras online y con la flexibilidad de gestionar tus pagos de forma cómoda y segura.
- Tarjeta Imagin Crédito de CaixaBank: Dirigida a un público joven, esta tarjeta ofrece descuentos en comercios asociados y la posibilidad de gestionar todo desde una aplicación móvil intuitiva.
- Tarjeta Aqua BBVA: Con un diseño sin números impresos y un CVV dinámico, proporciona mayor seguridad en las transacciones online y permite el control total desde la app de BBVA.
- Mastercard Fit de Unicaja: una opción especialmente interesante para quienes buscan una tarjeta sin comisiones de emisión y con tipo de interés nominal del 0%, ideal para un uso digital y flexible en el día a día.
Estas alternativas reflejan la tendencia creciente hacia la digitalización financiera y la preferencia por soluciones que combinan seguridad, comodidad y beneficios adicionales para el usuario.
Tarjetas de crédito sin cambiar de banco
Así como existen las tarjetas de crédito con tu banco, que son instrumentos financieros únicamente dirigidos a los clientes de la entidad, también existen tarjetas sin cambiarse de banco.
En este segmento destacan tarjetas de crédito como las emitidas por Bankinter Consumer Finance o las tarjetas de crédito WiZink, conocidas por su proceso de contratación 100% online y por no exigir domiciliación de una cuenta bancaria. También sobresale la Tarjeta de Crédito Cetelem, que permite aplazar pagos, gestionar el crédito de forma flexible y se solicita completamente por internet, sin necesidad de cambiar de entidad financiera.
Las tarjetas de crédito sin cambiar de banco también suelen ser diseñadas bajo alianza con marcas. Tal y como ocurre con opciones como las tarjetas Carrefour, Alcampo o IKEA. Esta tendencia de colaboración entre entidades financieras y grandes comercios está en alza en 2025.
Tarjetas de crédito clásica
También hay tipos de tarjetas de crédito que se dividen según su nivel de crédito y según el perfil de cliente para el cual son diseñadas. Por ejemplo, las tarjetas clásicas suelen dirigirse a clientes con un historial de crédito modesto.
Se diferencian de otras opciones como las tarjetas de crédito Oro, porque suelen tener un límite de crédito reducido. Además, sus beneficios son bastante tradicionales, como la tarjeta de crédito clásica del Banco Sabadell.
Tarjetas de crédito oro
Este tipo de tarjetas de crédito necesita de más requisitos; por lo general, hay que disponer de ingresos mensuales más altos. Pero también son útiles porque ofrecen más beneficios y acceso a descuentos.
La tarjeta de crédito Oro del Banco Sabadell ofrece acceso a seguros, da asistencia de viaje y mantiene un alto rango de protección en su uso. Este tipo de producto es ideal para quienes buscan tranquilidad y un plus de seguridad en sus transacciones cotidianas.
Tarjetas de crédito premium
Son tarjetas de crédito de un rango mayor, se dirigen a clientes que usan este tipo de instrumentos financieros con más frecuencia y tienen ingresos mensuales altos. También suelen ofrecer beneficios para viajeros apuntando al lujo y al confort.
Se encuentran en bancos de prestigio como OpenBank, BBVA, American Express. Una gran opción es la tarjeta de crédito Platinum del Banco Sabadell, que deja a disposición una gran flexibilidad para configurar los aplazamientos de compras.
¿Cuándo es mejor usar una tarjeta de crédito y cuándo una de débito?
Al tener muy claros los gastos mensuales y no querer contraer deudas futuras, es una buena idea pagar con la tarjeta de débito.
Sin embargo, para pagar importes más altos sin disponer de los fondos, las tarjetas de crédito son una gran opción. No hay que olvidar que algunas tiendas o marcas ofrecen descuentos por pago con la tarjeta de crédito; esto es un plus de cara al ahorro.
Además, en momentos donde se necesita financiación inmediata, este tipo de tarjetas pueden ser útiles como respaldo, siempre que se usen con responsabilidad.
¿Cómo elegir la tarjeta ideal según tu perfil financiero?
Para finalizar, al momento de elegir una tarjeta de crédito, hay que tomar en cuenta algunos aspectos como los siguientes:
- Ingresos: Las tarjetas de crédito reportan gastos por su utilización, hay que equilibrar esto en función de los ingresos percibidos al mes.
- Hábitos de gastos: Algunas tarjetas de crédito aumentan sus beneficios por frecuencia de uso, si un cliente no es tan activo con sus compras, perdería rentabilidad.
Finalmente, hay tarjetas de crédito dirigidas a clientes con gustos específicos, como las opciones para viajeros. Es conveniente elegir según este aspecto para sacar el máximo provecho a este servicio. Aquí es donde entra en juego una buena educación financiera: conocer tus hábitos, planificar el uso del crédito y comparar opciones te ayudará a tomar decisiones más acertadas.